Todos conocemos la importancia de mantener una adecuada higiene bucodental diaria para evitar la acumulación de placa y, con ello, la aparición de caries y problemas periodontales entre otras patologías dentales. Esta limpieza ha de ser especialmente exhaustiva y minuciosa antes de irnos a dormir, ya que pasamos muchas horas produciendo menos saliva, por lo que las bacterias orales campan a sus anchas por nuestra boca. Además, de la higiene diaria, se recomienda acudir al dentista para realizarse al menos una limpieza profesional al año para eliminar cualquier resto de placa que se haya podido acumular en rincones que no vemos. En ocasiones, la limpieza no es suficiente porque la placa ya ha llegado a la encía y es necesario realizar un curetaje dental. A continuación te contamos todo acerca de este tratamiento.
¿Qué es un curetaje dental?
El curetaje dental, también conocido como raspado o alisado radicular, es un tratamiento que consiste en la limpieza de la bolsa periodontal, es decir, el espacio entre diente y encía, y se realiza cuando existe inflamación en las encías debido a la acumulación de placa bacteriana o sarro en la bolsa periodontal. Esta inflamación es signo de una enfermedad periodontal, ya sea gingivitis o periodontitis, por eso es necesario tratarlo en cuanto se detecta.
¿Cómo sé si necesito un curetaje?
Como hemos comentado, el curetaje se realiza cuando las encías están inflamadas por la presencia de sarro en la bolsa periodontal. Las enfermedades periodontales son asintomáticas al principio, por lo que es difícil que podamos detectarlas en casa. Con las visitas regulares al dentista se pueden detectar estas enfermedades en sus primeras fases y comenzar a tratarlas cuanto antes. Cuando la gingivitis ya está avanzada, podemos observar que tenemos las encías hinchadas, enrojecidas e irritadas, con facilidad para el sangrado durante el cepillado. Si no se trata, la gingivitis evoluciona a periodontitis y entonces ya podemos observar, además de lo anterior, pus entre los dientes y encías, dientes que se mueven, dolor al masticar, encías retraídas…
¿En qué consiste el tratamiento de curetaje?
Antes de realizar un curetaje dental, es necesario haber realizado una limpieza para eliminar todo el sarro hasta la línea de la encía. Después, utilizando unos instrumentos de ultrasonidos se elimina la mayor parte del sarro de la bolsa periodontal y, a continuación, con otros instrumentos manuales, llamados curetas, se procede a raspar el sarro que haya quedado pegado, eliminando también el tejido epitelial dañado. Este proceso se hace bajo anestesia local para evitar dolor en el paciente.
Una vez eliminada toda la placa, se alisa la base del diente para que el epitelio pueda adherirse y cicatrizar mejor. Todo este proceso suele realizar en dos citas de aproximadamente dos horas cada una: en la primera cita se hace la evaluación del caso y el curetaje de dos cuadrantes y, en la segunda, se realiza el curetaje en los dos cuadrantes restantes. En caso de una periodontitis muy grave, el dentista puede recomendar dividir el tratamiento en más sesiones.
¿Duele el curetaje?
El proceso de curetaje como tal se realiza bajo anestesia local, por lo que no duele. Sin embargo, una vez terminado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, es posible que se experimenten molestias y sensibilidad dental, por lo que es importante tener cuidado en las horas y días posteriores a un curetaje.
Diferencias entre curetaje dental y limpieza bucal
Como veníamos adelantando, la limpieza dental o profilaxis y el curetaje dental no son lo mismo. Las limpiezas bucales están indicadas para todo el mundo, incluso para quienes tienen una higiene dental diaria perfecta, porque siempre se escapa algo de placa bacteriana en rincones que no llegamos a ver o que no alcanzamos ni con el cepillado ni con el hilo dental. También es el tratamiento para los pacientes con gingivitis en fases iniciales.
Sin embargo, el curetaje se realiza únicamente en pacientes con periodontitis y, además, no existen alternativas al curetaje cuando ya se ha acumulado la placa en la zona subgingival.
Recomendaciones para después de un curetaje
Aunque el proceso de curetaje no duele, es común experimentar alguna molestia cuando ya no estamos bajo el efecto de la anestesia, así como sensibilidad a la temperatura de los alimentos en los días posteriores. Tras el curetaje, tu dentista te dará las pautas a seguir para asegurar una buena cicatrización, pero estas son algunas recomendaciones generales a seguir durante al menos 15 días:
- Cepillado manual cuidadoso y exhaustivo, con suavidad.
- Utilizar enjuagues de clorhexidina durante 20 segundos.
- Usar un dentífrico para sensibilidad dental si se necesita.
- Seguir una dienta blanda durante al menos una semana.
- Cuidado con alimentos muy fríos o muy calientes, así como ácidos o picantes, pues las encías estarán más sensibles de lo habitual.
- Evita fumar al menos la primera semana tras el curetaje.
Tu curetaje dental en Talavera de la Reina
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