Categoría: Férula de descarga

¿Sabías que más del 70% de la población de España sufre bruxismo? Se trata de una patología que provoca que se aprieten y rechinen los dientes. Esto puede dar lugar a varios dolores, como de cabeza, de los músculos, de los oídos y también producir desgaste dental. La mejor manera de tratar el bruxismo es por medio de una férula de descarga. Te contamos todos sus detalles y características.

¿Qué es una férula de descarga y para qué sirve?

Una férula de descarga es un molde flexible hecho de resina y totalmente personalizado, ya que debe encajar en la boca de cada paciente. Estos molden ayudan a liberar la tensión que se puede acumular a lo largo del día de aquellas personas que sufren de bruxismo. Para que sea más cómodo, se suelen utilizar por la noche. Además, están elaboradas con resinas que no perjudican ni a la boca ni al organismo en general. Son 100% seguras y fiables.

Tipos de férula de descarga

Existen varios tipos de férula de descarga y se pueden clasificar según su función y según su dureza.

Según función

Para aquellas personas que suelen apretar y rechinar los dientes de manera constante, se recomienda la férula de descarga de relajación muscular. Si se da el caso de que al paciente el bruxismo le afecta a la mandíbula, deberá utilizar una férula de reposición mandibular.

Según dureza

Las férulas de descarga pueden ser rígidas, que aumentan la fortaleza; semirrígidas, con la parte exterior rígida y la parte exterior blanda para aportar más comodidad; y blandas o resilientes, que se suelen utilizar en situaciones de blanqueamiento dental y también como protección dental en algunas prácticas deportivas, como el boxeo.

¿Cuánto dura?

La duración de la férula de descarga dependerá del nivel de estrés de cada paciente, es decir, de la frecuencia e intensidad del rechinamiento de los dientes. No obstante, si se cuida debidamente, podrá durar entre cinco y diez años.

¿Cómo se limpia?

Ha de seguirse una limpieza regular de la férula para así evitar el crecimiento de hongos y bacterias. Se recomienda limpiarla cada día, y el mejor método es con un poco de jabón de lavavajillas, aunque también sirve la pasta de dientes. Debemos frotarla suavemente con un cepillo dental, realizando círculos pequeños y sin dejarnos ningún espacio sin limpiar. Asegúrate también de secar bien la férula antes de guardarla en su estuche.

Para conseguir una limpieza más profunda, puedes utilizar productos específicos para prótesis dentales o dentaduras postizas. Para ello, una vez a la semana sumerge la férula en el líquido determinado durante una o dos horas.

¿Qué cuidados tengo que tener?

Hay que tener especial cuidado al poner y quitar la férula. Asegúrate de que encaje bien y, antes de ponértela, recuerda humedecerla, así será mucho más cómodo colocarla. También debes mantenerla lejos de fuentes de calor o de agua muy caliente, ya que puede deformarse y perder así la sujeción de tus dientes.

No comas nada mientras la lleves puesta, ni siquiera alimentos blandos. Tampoco es recomendable beber bebidas azucaradas, tomar café, té o zumos, ya que podrían teñir la férula. Bebe simplemente agua. Por tanto, cada vez que comas te la tendrás que quitar y antes de volvértela a colocar deberás lavarte bien los dientes.

No olvides lavar el estuche al menos una vez a la semana, para evitar que se acumule cualquier tipo de bacteria.