La articulación temporomandibular (ATM) es una de las más complejas del cuerpo humano, permitiendo movimientos como abrir y cerrar la boca, masticar, hablar y bostezar.
Sin embargo, es susceptible a trastornos que pueden afectar su función y causar dolor. En este artículo, exploraremos los síntomas, cómo se diagnostican y las opciones de tratamiento disponibles.
Síntomas de trastornos de la ATM
La ATM puede verse afectada por una variedad de trastornos, lo que lleva a síntomas que pueden variar en gravedad y naturaleza. Es esencial reconocer estos signos para buscar tratamiento a tiempo. Entre los síntomas más comunes encontramos:
- Dolor en la mandíbula: Este dolor puede irradiar hacia la oreja, cuello o hombros.
- Sonidos al mover la mandíbula: Como chasquidos, crujidos o roces al abrir o cerrar la boca.
- Dificultad o incomodidad al masticar: Puede sentirse como si la mandíbula estuviera desalineada.
- Rigidez en los músculos de la mandíbula: Puede dificultar la apertura completa de la boca.
- Bloqueo de la mandíbula: En posición abierta o cerrada, lo que impide su movimiento normal.
- Cambios en la forma en que los dientes encajan entre sí: Alterando la mordida.
Diagnóstico de trastornos de la ATM
Para confirmar si alguien sufre de trastornos de la ATM y determinar la causa específica, se realizan diversos procedimientos de diagnóstico. Estos procedimientos permiten al profesional tener una visión detallada de lo que está ocurriendo en y alrededor de la articulación. Los métodos diagnósticos más utilizados incluyen:
- Examen físico: El dentista puede palpar y escuchar la articulación mientras mueves la mandíbula.
- Radiografías: Ayudan a visualizar la articulación y descartar otros problemas.
- Resonancia magnética (MRI): Puede detectar problemas en los discos articulares.
- Tomografía computarizada (TC): Ofrece imágenes detalladas de los huesos de la articulación.
- Estudios de mordida: Ayudan a identificar problemas de oclusión que puedan estar relacionados con la ATM.
Opciones de tratamiento
Una vez diagnosticados los trastornos de la ATM, es vital determinar el tratamiento más adecuado. La elección del tratamiento puede variar según la gravedad del trastorno y los síntomas específicos del paciente. Los tratamientos pueden ser no invasivos, dirigidos a aliviar los síntomas, o invasivos, enfocados en abordar la causa subyacente del problema. A continuación, se describen las opciones de tratamiento más comunes:
Terapias no invasivas.
- Férulas o protectores bucales: Diseñados para reducir el rechinamiento o apretamiento de los dientes y aliviar la presión sobre la ATM.
- Medicamentos: Antiinflamatorios, relajantes musculares o analgésicos para reducir el dolor.
- Terapia física: Ejercicios y masajes para fortalecer y estirar los músculos de la mandíbula.
Tratamientos invasivos
- Inyecciones: De corticosteroides o toxina botulínica para aliviar el dolor y la inflamación.
- Cirugía artroscópica: Procedimiento mínimamente invasivo que permite visualizar y tratar problemas dentro de la ATM.
- Artrocentesis: Limpieza y drenaje de la articulación usando agujas finas.
- Cirugía abierta: Para tratar problemas más graves o cuando otros tratamientos no han funcionado.
Los trastornos de la ATM pueden afectar gravemente la calidad de vida de una persona. Afortunadamente, existen numerosos tratamientos, tanto no invasivos como invasivos, para abordar estos problemas y aliviar el dolor.
Si experimenta síntomas relacionados con la ATM, es esencial buscar atención profesional para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.