Tener una sonrisa bonita es muy importante hoy en día, ya que es nuestra carta de presentación al mundo y puede afectar a nuestra autoestima y nuestras relaciones con los demás. Para que nuestra sonrisa se vea mejor es muy importante cuidar la salud de nuestra boca y, cuando hablamos de cuidar nuestra salud bucodental, no nos referimos sólo al cepillado de dientes, sino al cuidado de todas las estructuras orales. Junto con las piezas dentales, las encías son un elemento importantísimo y, además, muy visible, por lo que conviene mantenerlas en buen estado. En este artículo vamos a comentar las diferencias entre una encías sanas y unas encías enfermas, así como sobre el cuidado de este tejido corporal.
¿Cómo son unas encías sanas?
Tener las encías en buen estado es de vital importancia, pues es un tejido que, una vez perdido, no se puede regenerar de manear natural. Cuando se desarrollan enfermedades o infecciones en las encías, éstas se pueden retraer, dejando expuesta la raíz del diente y aumentando las probabilidades de perder piezas dentales. A continuación vamos a ver cuáles con las características que tienen unas encías con buena salud.
El color de unas encías sanas
Por lo general, estamos tan pendientes del color de nuestros dientes, que no nos fijamos en el color de las encías y, sin embargo, puede ser un indicador de salud. Unas encías sanas tienen que ser de color rosa o coral. Cualquier otro color blanquecino, rojo o morado, es síntoma de una enfermedad o de una infección.
Ausencia se sangre durante el cepillado
Una característica llamativa de las encías enfermas es que sangran con mucha facilidad, algo que no sucede con unas encías sanas. Sin embargo, en el caso de los fumadores, las encías enfermas tampoco sangran, y esto se debe a que el tabaco reduce el flujo sanguíneo de las encías.
La raíz del diente está cubierta
Ya hablábamos en la introducción de este apartado de que unas encías enfermas se retraen y dejan expuesta la raíz del diente. Unas encías sanas deben cubrir por completo la raíz y ofrecer un buen soporte al diente.
Dientes fijos
Cuando las encías están sanas, los dientes no se mueven de su sitio, pues ya hemos visto que las encías tienen que cubrir toda la raíz del diente.
Tener buen aliento
Tener buen aliento es otra señal de que se tienen unas encías sanas, pues la halitosis o el mal aliento a menudo surge por la acumulación excesiva de bacterias entre los dientes y las encías, lo que provoca una infección que desprende mal olor.
Encías sanas y enfermas
Como mencionábamos anteriormente, una señal de enfermedad en las encías es que su color no sea rosado. Cuando están blanquecinas puede ser por el inicio de una enfermedad periodontal. Cuando la gingivitis avanza hacia la piorrea y se vuelve más grave, las encías pueden tener un aspecto amoratado o rojo brillante y además suelen estar inflamadas y sangrar con facilidad. En el caso de que aparezcan manchas blancas que desaparecen al pasar una gasa, es posible que se trate de candidiasis oral, una infección causada por el hongo Candida albicans. Es muy común que las encías estén ennegrecidas en el caso de los fumadores, pero la buena noticia es que las encías pueden recuperar su color normal al abandonar el hábito.
Las enfermedades de las encías más comunes en población adulta son la gingivitis y la periodontitis y su origen se encuentra en la acumulación de bacterias entre diente y encía, principalmente a causa de una higiene insuficiente. Al principio sólo se aprecia inflamación y enrojecimiento de encías, así como sangrando durante el cepillado, pero, si no se trata a tiempo, la enfermedad avanza y el tratamiento se complica, pudiendo llegar a necesitar un curetaje dental. Otra afección común e irreversible es la recesión gingival, es decir, la pérdida de tejido.
¿Es posible tener las encías sanas en cinco días?
Si se padece alguna enfermedad periodontal de las mencionadas, el tratamiento y su duración dependerá de la fase en la que se encuentre. En las primeras fases, durante la gingivitis, el tratamiento consta de una limpieza profesional profunda para eliminar la placa acumulada y, después, un mantenimiento continuado en casa, por lo que se puede curar, pero en cinco días es difícil recuperar un completo estado de salud. La periodontitis o piorrea, la siguiente fase de la enfermedad periodontal, es más complicada de tratar, pues se necesita realizar un curetaje, es decir, una limpieza profunda de la bolsa periodontal y la extracción del tejido dañado.
Consejos para tener unas encías sanas
Un buen profesional te ayudará a eliminar las infecciones y tejidos dañados, pero lo más importante es el cuidado minucioso y diario que se haga en el propio hogar, así como el abandono de hábitos dañinos para la salud de nuestras encías.
Mantén una buena higiene bucodental
Lo hemos repetido en varias ocasiones, pero es que el mejor tratamiento es una buena prevención y la mejor prevención de patologías orales es la correcta higiene. Debemos cepillarnos los dientes tras cada comida con un dentífrico con flúor, pero con mayor atención y cuidado antes de irnos a dormir. También hay que completar el cepillado con el uso del hilo dental, cepillos interdentales y colutorios.
Revisiones frecuentes
Para asegurarnos de que nuestros dientes y encías se encuentran bien, es recomendable acudir a revisiones periódicas con el dentista, al menos una vez al año. De esta forma, se pueden detectar enfermedades en sus primeras fases e iniciar un tratamiento lo antes posible.
Máxima precaución en personas de riesgo
En caso de padecer diabetes o estrés, tener las defensas bajas, antecedentes familiares, estar embarazada o tener la menopausia, entre otros, hay que extremar las precauciones, pues son factores de riesgo para el desarrollo de problemas de encías.
Dejar de fumar
El tabaco es dañino para nuestra salud a otros los niveles y en las encías provoca una disminución del flujo sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades periodontales.
Dieta equilibrada y rica en vitamina C
La vitamina C juega un importante papel en la síntesis de colágeno, un elemento de nuestras encías. En general, una dieta sana y equilibrada nos aporta todos los nutrientes y minerales que protegen nuestra boca.
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